Una justificación
es la explicación de las razones por las que se realiza una determinada acción. De modo que la justificación de un proyecto identifica el por qué se lleva a cabo el conjunto de actividades que lo forman.
La justificación de un proyecto identifica y explica las diferentes maneras para resolver un problema planteado. Se trata de una expresión cualitativa sobre el por qué debemos empezar un determinado proyecto, por qué merece la pena y cuál será su alcance o impacto en su entorno socio económico.
Así pues, la justificación de un proyecto recoge:
- El alcance del proyecto a corto, medio y largo plazo.
- Diferentes soluciones para resolver un problema o alcanzar un objetivo detectado.
- Las respuestas a los diferentes intereses de los stakeholders o interesados del proyecto.
- La utilidad o innovación que aportar el proyecto en el campo de su ejecución.
- Todas aquellas razones que expliquen por qué es importante invertir un volumen de recursos para desarrollar el proyecto.
¿CÓMO HACER LA JUSTIFICACIÓN DE UN PROYECTO?
Antes de saber cómo redactar una justificación de un proyecto es importante conocer cómo son los objetivos que se incluyen en ella. Las razones o propósitos por los que se realiza el proyecto han de ser claros, concretos y que respondan a la solución al problema, concisos, directos e inteligibles por todas las personas que formarán parte del mismo
Además, para hacer la justificación de un proyecto, tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones e identificar objetivos que sean alcanzables con los recursos que disponemos. A la hora de hacer una primera planificación del proyectos, nos ayuda a saber si lo que queremos llevar a cabo es realista o no. Este gestor de proyectos calcula la ruta de trabajo óptima para nuestro proyecto. Nos dice cuál es la fecha mínima en la que podemos terminar el proyecto, según las actividades y recursos planificados. Con este dato, podemos saber si merece la pena seguir adelante con el proyecto o es mejor no hacer una justificación del mismo.
Por otro lado, el lenguaje que utilizaremos en la justificación de un proyecto debe estar enfocado a acciones terminadas. Así podremos emplear palabras como aumentar, incrementar, instalar, eliminar, etc. Y no términos como colaborar, fomentar, ayudar, etc. De esta manera, sabremos cómo redactar una justificación de un proyecto de forma efectiva y precisa.
Pero, ¿qué va en la justificación de un proyecto?
Pues bien, en primer lugar el planteamiento del objetivo general del proyecto. Por el que seleccionamos un equipo de trabajo determinado y unas actividades con unos recursos necesarios para alcanzarlo.
El objetivo general de un proyecto responde a la problemática planteada. Es una solución concreta al problema surgido. Una meta expresada con datos específicos, con el fin de poder evaluarlo adecuadamente a lo largo del desarrollo del proyecto y al término del mismo.
En este tipo de objetivo general respondemos a lo que se va a hacer, cómo se va a lograr y para qué es importante llevarlo a cabo.
Por otro lado, en la justificación de un proyecto también identificamos los objetivos específicos. Se trata de responder a todas las consecuencias surgidas para alcanzar el objetivo general.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario